Sin deshacerse de las alas, Pablo López vuelve a revolucionar la música con Mariposa; un canto a la verdad.
“Yo prefiero caminar, que las alas duran poco, ¿qué más da si me equivoco?”, así nos dibuja el artista la realidad de un insecto cuya belleza es tan efímera como lo idílico de los focos, la fama y los sueños. Huyendo de la mentira y las dobles caras, López grita a los cuatro vientos que él pertenece al suelo, al camino, al barro, al error y a todo lo que le hace ser humano. Al fin y al cabo, eso es lo que le hace sentir vivo.
Tras andar en busca de la libertad y la paz consigo mismo, como nos contaba en su disco Camino Fuego y Libertad, parece que el músico está cada vez más cerca de la luz que le aleja de ese diario oscuro. Mama No, el single que nos presentó a finales de año, ya nos dejaba entrever esa transición del color negro a la explosión de colores.
“Mi próximo disco va a ser fluorescente”, decía el artista hace un par de años cuando promocionaba El Patio, la canción sin techo. Y es que tal vez el color de la Mariposa es fugaz y pasajero, pero el de sus canciones es inevitablemente alumbrante y permanente.
Sin dejar de lado su esencia y el protagonismo característico de su incondicional piano, Pablo López nos sorprende con un sonido nuevo, repleto de rasgos electrónicos que enfatizan el poder de la canción. El mensaje no se queda atrás, pues es casi tan impactante como la música:
“¿Cómo se puede sostener todo el pasado que nos queda por delante?
No quiero ese alma de papel, ni aquellas alas rotas que me regalaste.
¿Cómo puedo descansar si mi cuerpo es todo alas?
Si todo vuelve a despertar.”
El videoclip muestra un Pablo liberado, cansado de aparentar la perfección y de autoconvencerse de que no tiene derecho a equivocarse. Por eso, observa desde la silla de un plató de grabación el rodaje del videoclip de su propia canción, donde un actor (Eduardo Rosa) lo interpreta a él. Ante tanta artificialidad, decide escapar al refugio que le salva cuando los focos lo alumbran, el piano de un pub. Regresa a sus orígenes, al suelo, a su verdad. “No quiero ser la mariposa, que el suelo tiene mucho más de mi”.
Tras otra obra maestra del malagueño, esperamos con muchas ganas su próximo disco, apunto de salir del horno, y Unikornio, la gira que dará vida a todas las canciones que todavía tiene por contar.